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Rumanía, Bulgaria, Serbia, Croacia, Hungría… este crucero especial por el Bajo Danubio pone el foco en cinco asombrosos países de Europa del Este. Llegaremos a Bucarest, la capital de Rumanía, y seguiremos a Giurgiu para embarcar en este crucero de lujo. Desde aquí, el «puente de la amistad» cruza el río a Ruse, la colorida Pequeña Venecia de Bulgaria. Pararemos en Svishtov, también en Bulgaria, el puerto más meridional del río, y en Vidin, con su excelente tradición vinícola. Tras esto, prepare su cámara para pasar por las robustas Puertas de Hierro, una serie de gargantas que muestran la naturaleza en todo su esplendor. Echaremos el ancla en Serbia, en su capital, Belgrado, y en Vukovar de Croacia para conocer la devastación de su guerra de la independencia en los años noventa. Finalmente, entraremos en Hungría para visitar Kalocsa, la capital mundial del pimentón, así como la capital del país, Budapest, que le conquistará con su maravilloso barrio del castillo y el edificio del Parlamento, entre otros monumentos.
Giurgiu, antaño escala del legendario Orient Express, seduce hoy a los viajeros más exigentes con su historia y encanto fluvial. A orillas del Danubio, su torre del reloj otomana y las ruinas de la fortaleza del siglo XIV evocan un pasado estratégico. Conectada por un majestuoso puente de acero con Bulgaria, esta ciudad fronteriza invita a descubrir la elegancia de una Europa menos transitada.
Ruse, conocida como la “Pequeña Viena” de Bulgaria, cautiva con su elegancia neobarroca y neorrococó. A orillas del Danubio, esta ciudad portuaria despliega bulevares amplios, plazas verdes y joyas arquitectónicas como la Ópera, el Palacio de Justicia y el majestuoso Puente de la Libertad. Reconocida con el Sello de Patrimonio Cultural Europeo, Ruse invita a pasear, admirar y dejarse sorprender.
¡Bienvenidos al punto más meridional del Danubio! Svistov, marcada por siglos de guerras y acuerdos históricos, ha sabido reinventarse como ciudad universitaria y cultural. Hoy, sus callejuelas y su encantadora ribera invitan a pasear entre arquitectura histórica y tranquilidad fluvial. Desde lo alto, la catedral de la Santa Trinidad —erigida en 1867— vela majestuosa sobre esta joya del Danubio búlgaro.
Como un semicírculo que abraza el río, Vidin se alza majestuosa bajo la fortaleza medieval de Baba Vida. Testigo de imperios romanos, otomanos y batallas fronterizas, ofrece hoy histórico contraste: desde iglesias ortodoxas y mezquita hasta sinagoga restaurada y arquitectura del socialismo. Su casco antiguo deslumbra, la ribera inspira, y el vino local celebra su renacimiento.
Una de las maravillas naturales más impresionantes del Danubio son las espectaculares "Puertas de Hierro". Aquí, las imponentes paredes del desfiladero se elevan hasta 300 metros sobre el río, creando un paisaje que parece sacado de película. Declarada geoparque mundial por la UNESCO en 2020, esta extraordinaria formación geológica separa las montañas de los Cárpatos y los Balcanes, marca la frontera entre Serbia y Rumanía, y acoge el Parque Natural de las Puertas de Hierro y el Parque Nacional Ðerdap.
La ciudad serbia oriental de Kladovo tiene una historia de asentamientos que se remonta a la Edad del Bronce Temprana: la magia de tiempos pasados sigue siendo palpable. El emperador Trajano mandó construir en su día el legendario puente sobre el Danubio, y en el siglo I los romanos edificaron la fortaleza Diana, que formaba parte de un amplio sistema de defensa fronteriza. Kladovo combina historia viva con belleza paisajística y permite profundos conocimientos sobre la impresionante cultura de la región.
La actual capital de Serbia ha tenido un papel destacado por su ubicación estratégica. Símbolo de numerosos conflictos, hoy su emblema es la fortaleza sobre los ríos Danubio y Sava. Hay mucho por descubrir, como el único baño turco conservado de principios del siglo XIX y el Museo Nacional. Su rica mezcla cultural también se refleja en la gastronomía, con platos influenciados por las cocinas turca y húngara, y repostería con toques austriaco-bohemios. ¡Un verdadero placer para los sentidos!
Vukovar, la ciudad más oriental de Croacia, renació con orgullo tras el asedio de 1991. Hoy, su casco antiguo restaurado da la bienvenida a visitantes del mundo entero. Impresionan la emblemática Torre del Agua, herida y resistente; el Cementerio Conmemorativo Nacional, conmovedor testimonio del conflicto; y el elegante Palacio Eltz, sede del museo de la ciudad. Una visita que entrelaza memoria, arte y espíritu indomable.
Es una de las ciudades más antiguas de Hungría, y sus 17,000 habitantes se enorgullecen de su historia y tradiciones. Destaca la Casa del Arte Popular, con 200 años de antigüedad, cuyas coloridas pinturas florales, realizadas por artesanas locales, decoran murales, platos, muebles y otros objetos cotidianos. Kalocsa es también famosa por su pimentón, que aquí se cuelga y seca por doquier. Este ingrediente, símbolo de Hungría, es el motor económico de la región que rodea la ciudad.
No es de extrañar que muchos cineastas hayan elegido Budapest como escenario; películas como EVITA, INFERNO y SPY se rodaron aquí. Budapest impresiona como metrópoli y ciudad balneario, con su barrio del Castillo y el emblemático Puente de las Cadenas. Destacan las casas de colores pastel en Herrengasse, la Galería Nacional y el Laberinto, que también sirvió como prisión. Su preso más famoso fue Vlad Tepes de Transilvania, conocido en la historia y en los cuentos como el Conde Drácula. ¡Aquí hay mucho por ver y experimentar!