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Danubio | Riverside Mozart
  | 7 Días / 6 Noches

Danubio Extraordinario: de Viena a Belgrado

HISTORIA DE VIAJES:
Día 1 Vienna, AT
Día 2 Vienna, AT
Día 3 Esztergom, HU, Visegrad, HU, Budapest, HU
Día 4 Budapest, HU
Día 5 Mohacs, HU
Día 6 Novi Sad, RS
Día 7 Belgrade, RS

Este crucero de lujo por uno de los rincones más sublimes y desconocidos de Europa no dejará indiferente a nadie. Cada nueva parada del viaje no tendrá nada que envidiar a la anterior, una afirmación nada desdeñable, teniendo en cuenta que partirá de Viena, la afamada Ciudad de la Música austriaca. A continuación, llegará a Estrigonia, la que fuera capital de Hungría hasta el siglo XIII. Explore su colina del castillo (habitada desde la Edad de Hielo) o, si lo prefiere, haga una ruta a pie o en bicicleta para contemplar las vistas. En Budapest, una de las ciudades más impresionantes del mundo, alce una copa de Tokaji aszú, el tradicional vino húngaro, para brindar por las sobrecogedoras vistas de esta capital que se extiende por ambas márgenes del Danubio. Continúe por Mohács y su colorida tradición de los busós, y por Novi Sad, donde tendrá la opción de degustar sus vinos y su miel, visitar una granja etnográfica y conocer la Fortaleza de Petrovaradin.

FECHAS

30.08.2027 05.09.2027 Danubio Riverside Mozart Danubio Extraordinario: de Viena a Belgrado desde 4,245.00 USD DISPONIBILIDAD & PRECIOS

DESTINOS EN LA RUTA

Día 1, 2 - Vienna

													

Viena es una sinfonía de elegancia imperial y vitalidad moderna. Antiguo corazón de imperios, hoy seduce con sus palacios barrocos, la majestuosidad de su catedral y museos de clase mundial. Aquí resonaron Mozart y Strauss, pero también vibra el arte contemporáneo. Cafeterías históricas invitan a saborear un Apfelstrudel, mientras carruajes cruzan plazas que respiran historia y refinamiento.

Día 3 - Esztergom

													

La basílica de Esztergom es la iglesia más grande de Hungría y sede de la Iglesia católica húngara. Su Tesoro de la Catedral, inaugurado en 1886 para conservar y exhibir instrumentos litúrgicos, alberga destacadas obras maestras de gran valor artístico e histórico. Entre ellas destaca el Calvario del Rey Matías, una cruz de oro de más de cinco kilos procedente de Francia, tan emblemática como conocida. En la región, también merece la pena visitar las ruinas de la fortaleza de Visegrád y sus excelentes bodegas.

Día 3 - Visegrad

													

En 1325, el rey Carlos I de Hungría nombró a Visegrád sede real; sin embargo, este honor pasó a Buda hacia 1405. Visegrád es famosa por su fortaleza medieval con vistas expectaculares al recodo del Danubio, los restos de un fuerte romano en la colina Sibrik, el Castillo Inferior con su característica torre hexagonal y un majestuoso Palacio Real del siglo XIV con claustro gótico. Hoy atrae por sus baños termales y su exquisita gastronomía húngara.

Día 3, 4 - Budapest

													

No es de extrañar que muchos cineastas hayan elegido Budapest como escenario; películas como EVITA, INFERNO y SPY se rodaron aquí. Budapest impresiona como metrópoli y ciudad balneario, con su barrio del Castillo y el emblemático Puente de las Cadenas. Destacan las casas de colores pastel en Herrengasse, la Galería Nacional y el Laberinto, que también sirvió como prisión. Su preso más famoso fue Vlad Tepes de Transilvania, conocido en la historia y en los cuentos como el Conde Drácula. ¡Aquí hay mucho por ver y experimentar!

Día 5 - Mohacs

													

El puerto de Mohács, en Hungría, es un importante nudo de comunicaciones que conecta la región con otras partes de Europa. Este bullicioso puerto facilita el tráfico de embarcaciones comerciales y de recreo. El puerto tiene una importancia histórica ligada a la Batalla de Mohács, que hizo que esta parte de Hungría estuviera bajo control otomano durante muchos años. Este puerto sirve como recordatorio de la compleja y rica historia de Hungría.

Día 6 - Novi Sad

													

Poco conocida, pero merece la pena visitarla: Novi Sad fue fundada en el siglo XVII y rápidamente se dio a conocer por el comercio y la producción. Además, la ciudad se convirtió en centro de la cultura serbia, lo que le valió el sobrenombre de «Atenas serbia». La calle Dunavska, que lleva el nombre del Danubio, cuenta con bonitos edificios de dos y tres plantas. También merece la pena visitar la Plaza de la Libertad, con el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa María.

Día 7 - Belgrade

													

La actual capital de Serbia ha tenido un papel destacado por su ubicación estratégica. Símbolo de numerosos conflictos, hoy su emblema es la fortaleza sobre los ríos Danubio y Sava. Hay mucho por descubrir, como el único baño turco conservado de principios del siglo XIX y el Museo Nacional. Su rica mezcla cultural también se refleja en la gastronomía, con platos influenciados por las cocinas turca y húngara, y repostería con toques austriaco-bohemios. ¡Un verdadero placer para los sentidos!