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La Navidad suele ser una época bastante movida, así que, cuando terminen las fiestas, tómese un merecido descanso a bordo de este extraordinario crucero por el río Rin. Embarque en Fráncfort, el corazón financiero de Alemania, y déjese llevar por la tranquilidad y la belleza del desfiladero del Rin. En cada curva del río descubrirá un nuevo castillo medieval, casi 40 en total, y la famosa Roca de Lorelai, rodeada de misterio y leyenda. Hará una parada en Coblenza, donde el Rin se une al Mosela de una forma verdaderamente impresionante, antes de continuar hasta Düsseldorf para disfrutar de una Nochevieja al más puro estilo alemán a bordo del barco. Empiece el nuevo año con estilo con un exclusivo crucero de postres por los románticos grachten (canales) de Ámsterdam.
Fráncfort del Meno, con raíces romanas, creció como centro comercial y ciudad libre del Imperio. En el Renacimiento destacó en la imprenta y más tarde en la ciencia con su universidad. Tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, resurgió como capital financiera europea, sede del Banco Central Europeo. El río Meno ha sido clave para su desarrollo, conectando y nutriendo esta ciudad dinámica y cosmopolita.
Koblenz, en la confluencia del Rin y el Mosela, fue fundada por los romanos como “Confluentes”. Su posición estratégica la convirtió en fortaleza y centro comercial clave. Hoy, conserva murallas y torres medievales que evocan su pasado. Destacan la Fortaleza de Ehrenbreitstein, el Deutsches Eck y su encantador casco antiguo. El paisaje fluvial, con castillos y viñedos, completa el encanto histórico de la ciudad.
Düsseldorf, ciudad con raíces romanas, floreció en la Edad Media como centro comercial textil y cervecero. Fue capital del Ducado de Berg y, en el siglo XIX, se convirtió en un foco de arte e industria gracias a su famosa escuela de pintura. Hoy, con más de 600.000 habitantes, es una ciudad vibrante y moderna, conocida por su moda, vida nocturna y festivales, que combinan tradición y cosmopolitismo.
Ámsterdam, capital de los Países Bajos, deslumbra con sus canales, historia y arte. En la Plaza de los Museos, se exhiben obras de Rembrandt y Van Gogh, mientras que la Casa de Ana Frank conmueve con su relato. Más allá del centro, hay rutas de ciclismo, lagos y canales para deportes acuáticos. Su vibrante vida nocturna y coffee shops completan la experiencia en esta ciudad única.