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Pasar las fiestas en otros países es una manera fantástica de vivir sus tradiciones de cerca, y este crucero por el Danubio de dos semanas lo hace posible. Embárquese en Viena y navegue con todo lujo de comodidades por el encantador valle de Wachau, haciendo escala en mercados navideños para mezclarse con los locales y empaparse del ambiente festivo. Visite la magnífica abadía benedictina de Melk; Linz, Capital Europea de la Cultura; Budapest, la hermosa capital de Hungría que se extiende a ambos lados del Danubio; y mucho más. Y, lo mejor de todo: pase la Navidad en Alemania y la Nochevieja y Año Nuevo en Austria—¡una forma emocionante de empezar 2027!
Viena es una sinfonía de elegancia imperial y vitalidad moderna. Antiguo corazón de imperios, hoy seduce con sus palacios barrocos, la majestuosidad de su catedral y museos de clase mundial. Aquí resonaron Mozart y Strauss, pero también vibra el arte contemporáneo. Cafeterías históricas invitan a saborear un Apfelstrudel, mientras carruajes cruzan plazas que respiran historia y refinamiento.
Antes considerada una ciudad gris, Bratislava se ha convertido en una verdadera perla del Danubio. Su casco antiguo es una joya de la arquitectura medieval y barroca, con calles empedradas y edificios históricos como la Catedral de San Martín, el Ayuntamiento y el Castillo. Bratislava es hoy una ciudad vibrante y moderna, que atrae visitantes de todo el mundo gracias a su rica historia, su encanto y su gastronomía.
Ninguna visita al valle de Wachau está completa sin descubrir la Abadía de Melk, joya barroca de Austria. Fundada en 1089 sobre un promontorio que domina el Danubio, aún habitada por monjes benedictinos, alberga la escuela más antigua del país. Destacan su biblioteca de manuscritos antiguos, frescos espectaculares, escaleras de caracol y la majestuosa iglesia abacial. Una experiencia espiritual y artística incomparable.
Los trapenses son una orden de la Iglesia Católica Romana, conocidos como «Cistercienses de la Estricta Observancia». En su monasterio de Engelhartszell, Austria, elaboran una excelente cerveza. Además, el lugar cuenta con una elegante iglesia rococó y, cerca, la histórica fortaleza de Oberranna, que también merece una visita. ¡Salud y a disfrutar de una buena cerveza trapense!
Donde confluyen el Danubio, el Inn y el Ilz, Passau despliega su encanto barroco entre callejuelas adoquinadas y cúpulas verdes. Antiguo centro de manufactura de espadas legendarias, hoy seduce con su vibrante vida universitaria, la imponente catedral de San Esteban —que alberga uno de los mayores órganos del mundo— y la fortaleza Veste Oberhaus, que domina esta joya a orillas de tres ríos.
Linz es a menudo recordada solo por la tarta de Linz y la Sinfonía de Linz de Mozart. La ciudad es subestimada, con su plaza principal barroca y su hermoso casco antiguo. También se encuentra allí el Palacio Thun, donde Mozart se alojó una vez para presentar al Conde Thun-Hohenstein una nueva sinfonía. Pero como no la tenía consigo, la escribió apresuradamente en Linz.
Krems fue en la antigüedad un importante centro comercial y hoy es considerada una de las ciudades más hermosas de Austria. Entre sus lugares más destacados se encuentran el animado mercado de Körnermarkt, punto de encuentro tanto para locales como visitantes, y la histórica fábrica de tabaco, que en 1920 producía hasta 75.000 cigarros Virginia al año. Actualmente, parte de este edificio industrial ha sido reconvertido para albergar una universidad y una encantadora galería de arte, fusionando así historia, cultura y educación en un mismo espacio.
No es de extrañar que muchos cineastas hayan elegido Budapest como escenario; películas como EVITA, INFERNO y SPY se rodaron aquí. Budapest impresiona como metrópoli y ciudad balneario, con su barrio del Castillo y el emblemático Puente de las Cadenas. Destacan las casas de colores pastel en Herrengasse, la Galería Nacional y el Laberinto, que también sirvió como prisión. Su preso más famoso fue Vlad Tepes de Transilvania, conocido en la historia y en los cuentos como el Conde Drácula. ¡Aquí hay mucho por ver y experimentar!
Tulln, una de las ciudades más antiguas de Austria, combina historia imperial, belleza natural y arte. Fundada por los romanos como Comagena, conserva un encantador centro histórico, jardines exuberantes y el legado del artista Egon Schiele. La fuente de los Nibelungos recuerda la leyenda de Kriemhild y el rey Etzel. A orillas del Danubio, esta “ciudad de las flores” florece con elegancia y poesía.