Día 4 - Koblenz
Koblenz es una ciudad llena de historia, cuyos orígenes se remontan a la época romana, cuando se conocía como "Confluentes", un término latino que significa "confluencia de dos ríos". La ciudad se encontraba estratégicamente situada en la confluencia del Rin y el Mosela, lo que la convirtió en un importante centro comercial y una fortaleza militar. A lo largo de su historia, Koblenz ha sido escenario de muchas batallas y conflictos. Durante la Edad Media, la ciudad estaba fuertemente fortificada y muchas de las estructuras de esa época, como las murallas, torres y puertas, todavía se pueden ver hoy en día. La ciudad es conocida por su impresionante paisaje fluvial con pintorescos castillos, viñedos y edificios históricos. El Rin, el río más largo de Alemania, ofrece una vista fascinante del horizonte de la ciudad, mientras que el Mosela ofrece un ambiente más tranquilo y relajado. La ciudad ofrece una gran cantidad de arquitectura histórica para descubrir. Los visitantes pueden admirar la impresionante arquitectura de la Fortaleza de Ehrenbreitstein, el imponente Deutsches Eck y el encantador casco antiguo con sus hermosas casas de entramado de madera y calles estrechas.