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Cuatro días increíblemente bien aprovechados son el sello distintivo de esta gratificante escapada por el Danubio. Comienza en Passau, la Ciudad de los Tres Ríos de Alemania, un próspero centro de herreros de armas durante el Renacimiento. Cruza a Austria y visita Melk con su impresionante abadía benedictina que domina el río; la pintoresca Spitz, enclavada en el corazón del Valle de Wachau, donde le esperan paisajes encantadores y riqueza cultural; y Viena, la ilustre Ciudad de la Música con su monumental arquitectura barroca que bordea los bulevares. El gran final es Budapest, la elegante capital de Hungría que embellece ambas orillas del Danubio.
Passau es una ciudad universitaria, lo que la hace joven y llena de vida. Además, están los tres ríos, el Danubio, el Inn y el Ilz, que confluyen en la ciudad y le otorgan un carácter especial. ¿Algo más? Por supuesto. Hay muchísimo barroco, un barrio de monasterios hermoso, y la Veste Oberhaus, una fortaleza desde la Edad Media.
La principal atracción de Melk es la abadía, donde los monjes benedictinos todavía viven y dedican su trabajo a la cultura y la educación. Otro lugar destacado cercano es el Museo del Archiduque Franz Ferdinand en el Castillo de Artstetten.
Spitz, una ciudad de Baja Austria, tiene una rica historia que se remonta a la Edad Media. En el siglo XIII, Spitz obtuvo el estatus de ciudad de mercado y se convirtió en un importante centro de producción de vino. Hoy en día, el Puerto de Spitz, situado en las orillas del río Danubio, se utiliza principalmente para el transporte de mercancías y como centro de cruceros fluviales. El puerto cuenta con instalaciones modernas y es administrado por la Compañía de Navegación del Danubio. El patrimonio cultural de Spitz y sus vinos de renombre mundial atraen a visitantes de todo el mundo para explorar sus calles y edificios históricos, degustar vinos locales y disfrutar de la belleza escénica del valle de Wachau.
Aquí es donde suena la música. Viena es la ciudad de la música clásica. Viena es Mozart y Strauss. Pero también es arte urbano en la playa y diversión en el campo. Es bohemia y burguesía y el mejor barroco. Sin olvidar la Escuela de Equitación Española y una visita a una cafetería. ¡Tan rica! ¡Tan fascinante! ¡Qué ciudad!
No es de extrañar que muchos cineastas hayan elegido Budapest como escenario. EVITA, INFERNO y SPY se rodaron aquí. Budapest impresiona, es metrópoli y ciudad balneario, es el barrio del Castillo y el Puente de las Cadenas. Las Casas de colores pastel en Herrengasse, la Galería Nacional o el Laberinto, el cual también sirvió de prisión. Su preso más famoso: Vlad Tepes de Transilvania, que pasó a la historia y a los cuentos como el Conde Drácula. ¡Aquí hay mucho que ver y experimentar!