Con sus coloridas casas antiguas y la antigua iglesia de San Vicente, con sus viñedos y prados, Mâcon es una ciudad pequeña y encantadora. Si pasea por la ciudad y llega a la Place aux Herbes, deténgase ante la casa de madera Maison de Bois. Mirando la fachada, descubrirá encantadores grotescos y animales míticos. Por cierto, el futbolista nacional francés Antoine Griezmann nació en Mâcon.